El tobillo es una de las partes del cuerpo más vulnerables. Continuamente está expuesto a torceduras y esguinces. Esto lleva a que sucesivas lesiones puedan terminar en una fractura de tobillo. De hecho, junto a la cadera, el fémur, la pelvis y la muñeca es una de las fracturas más frecuentes.
Puede generarse como consecuencia del sobrepeso o al ejercer demasiada fuerza sobre ellos. Por eso ciertos deportistas tienen cierta tendencia a lastimárselos de manera frecuente. Para evitar que el tobillo se mueva luego de un primer esguince es recomendable la utilización de vendas y tobilleras.
El primer síntoma de la fractura de tobillo es un fuerte dolor. Esto va acompañado de una hinchazón instantánea, de moretones, dolor en el hueso y una imposibilidad de apoyar el pie correctamente. Estos síntomas son similares a los de un esguince o luxación de tobillo. Por tal razón debe asistirse a un médico para detectar si hay o no rotura del hueso.
Ahora vamos a un aspecto fundamental: la recuperación. El tiempo que necesitamos para recuperarnos va a depender del estado de los ligamentos y de los tipos de huesos que se hayan visto perjudicados en la fractura. En la mayor parte de los casos se coloca un yeso hasta la altura de la rodilla.
La recuperación posterior se producirá poco a poco. Se deben realizar ejercicios para fortalecer la zona dañada y realizar sesiones de fisioterapia. Este proceso de rehabilitación puede durar unas 8 semanas aproximadamente. Para volver a las actividades deportivas nuevamente podemos tardar un par de meses. Tengamos en cuenta que es importante cumplir el tratamiento correctamente. De lo contrario en el futuro tendremos más tendencias a lesionarnos nuevamente.
Tomado de: Vix.com